¿A qué cosa es atribuida la salvación según la Biblia?

La Biblia atribuye la salvación a varias cosas, pero este hecho pasa desapercibido por mucha gente, debido a su confianza en el programa de estudio de su denominación y el “conocimiento” de su pastor. Lamentablemente, las denominaciones no predican “todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27).

Es común en los líderes religiosos el controlar la información que han de manejar los miembros de su grupo, por lo tanto ellos enseñarán exclusivamente las piezas y partes de la Biblia que ellos quieren que los miembros conozcan (y de acuerdo a la interpretación de la denominación). Entonces, si estos miembros no hacen su propio estudio bíblico, o solicitan ayuda de otros para aprender de las Escrituras, permanecerán en la ignorancia de la voluntad de Dios aún en los rudimentos más básicos de la Biblia.

Muchas personas se confunden con la idea de que la salvación se debe a varias cosas diferentes que provienen de Dios. Ellos ven esto como una contradicción. Por supuesto, la Biblia no se contradice y la Escritura no puede ser quebrantada” (Jn. 10:35). Pero hay una solución sencilla a lo que muchos ven como múltiples contradicciones. Debemos concluir, simplemente, que la salvación involucra varias cosas, y cada una de estas cosas está interrelacionada con las demás.

Todos los “ingredientes” de la salvación, es decir cada una de las “piezas” del engranaje de lo que es la salvación, deben ser combinados para que dicha salvación se produzca a favor del hombre. En otras palabras, cada uno de los elementos de la salvación debe ser combinado con los demás para que la salvación sea hecha posible para el hombre pecador.

Según las Escrituras, la salvación se atribuye a:

EL EVANGELIO. (Rom. 1:16; Stgo. 1:21, Hech. 11:14; Ef. 1:13, 1 Cor. 1:21; 15:1-2; Sal. 19:7). El evangelio es el poder de Dios para salvar a los creyentes. Nadie puede ser salvo aparte de oír, creer y obedecer el evangelio. "La fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Rom. 10:17).

LA FE. (Hech. 10:43; 16:31, Jn. 3:16; 8:24, Mar. 16:16, Heb. 11:6, Rom. 3:28; 5:1). La fe es la certeza y la convicción de lo que no se ve. La fe es la base sobre la que actúan los que agradan a Dios.

EL ARREPENTIMIENTO. (Hech. 2:38; 3:19; 5:31; 11:18; 17:30-31; 2 Cor. 7:10; Luc. 13:3,5). El arrepentimiento es un cambio de mente. En referencia a la salvación, el arrepentimiento es un cambio de mentalidad que produce un cambio en la acción.

LA CONFESIÓN. (Rom. 10:9-10; Jn. 12:42-43). La confesión neotestamentaria es un reconocimiento verbal de la filiación y la deidad de Jesucristo.

EL BAUTISMO. (Mat. 28:19, Mar. 16:16, Hech. 2:38, 8:12, 36-38; 9:18; 10:47,48; 16:15, 33; 18:08; 22:16; Rom. 6:3,4; 1 Cor. 12:13; Gal. 3:26-27; Col. 2:11,12; 1 Ped. 3:21). El bautismo es una inmersión en agua para la remisión de los pecados.

LA FIDELIDAD. (Mat. 10:22; 24:13; Apoc. 2:10, Col. 1:21-23; 2 Tim. 4:7; Heb. 3:6,14).

LA OBEDIENCIA. (Mat. 7:21; Mar. 3:35, Luc. 6:46, Jn. 14:15; 15:13; Heb. 5:9, 1 Ped. 1:22; 4:17, Rom. 6:17-18, Hech. 5:32; Fil. 2:12; 2 Tes. 1:8)

LAS OBRAS. (Stgo. 2:24) Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”.

INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR. (Hech. 2:21, Rom. 10:13; Hech. 22:16).

EL MENSAJE DE LA CRUZ. (1 Cor. 1:18, 21) Porque la palabra de la cruz… a los que se salvan… es poder de Dios” “… agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”.

EL AMOR DE LA VERDAD. (2 Tes. 2:10) - El apóstol Pablo dice claramente que aquellos que rechacen el amor de la verdad recibirán un poder engañoso para que crean la mentira y sean condenados.

LA ESPERANZA. (Rom. 8:24) - "Porque en esperanza fuimos salvos…” Pero, obviamente, ¡no “solamente” por la esperanza! No sin fe, arrepentimiento, confesión, obediencia, y las otras cosas a las que se atribuye la salvación según la Biblia.

LA HUMILDAD. (Luc. 18:11-14; 1 Ped. 5:5-6) - El publicano humilde fue justificado, el fariseo arrogante no. Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

DIOS. (2 Tim. 1:9) – [Dios] nos salvó y llamó con llamamiento santo”.

LA GRACIA DE DIOS. (Hech. 15:11; Ef. 2:5,8; Tit. 2:11; 3:7; Rom. 3:24) – Somos salvos por la gracia de Dios. Pero la gracia no excluye todos los demás componentes de la salvación.

LA MISERICORDIA DE DIOS. (Tit. 3:5; Ef. 2:4) - "nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia…”

EL AMOR DE DIOS. (1 Jn. 4:8-10, Jn. 3:16) - La venida de Cristo a la tierra, y su obra de redención, fueron el resultado del amor divino. Somos salvos debido al gran amor de Dios, sin embargo, el amor de Dios no anula la acción humana y la responsabilidad.

LA BENIGNIDAD DE DIOS. (Rom. 2:4) - la bondad de Dios es una de las cosas que nos lleva al arrepentimiento: ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?”

CRISTO. (Luc. 19:10; Gal. 2:17) – el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” “Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera”.

LA SANGRE DE CRISTO. (Rom. 5:9) Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira”.

LA MUERTE DE CRISTO. (Rom. 5:10) Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida”.

LA VIDA DE CRISTO. Nadie será salvo por la vida de Cristo (en su labor celestial a favor de su pueblo), ni por la muerte de Cristo (al morir por el mundo). ¡Somos salvos por la vida y la muerte de Cristo!

EL REGALO DE CRISTO. (Rom. 5:15-18) - La muerte espiritual pasó a todos los hombres porque todos pecaron (Rom. 5:12). Una vez que se comete el pecado el hombre no tiene la capacidad de purificarse de él. Este texto muestra que Cristo hizo todas las cosas necesarias para que el hombre pudiera lavarse de sus pecados. Como luego se enseña, en el siguiente capítulo, el hombre siempre será responsable. Se deben cumplir las condiciones de la gracia.

EL ESPIRITU SANTO. (1 Cor. 6:11) – El Espíritu Santo está involucrado en nuestra santificación y justificación. Su palabra, la espada del Espíritu (Ef. 6:17), nos guía de la senda del pecado a la senda de la justicia y santidad. Uno es hijo de Dios en la medida en que está dispuesto a ser guiado por el Espíritu conformando su propio espíritu a la imagen del Espíritu Santo (Rom. 8:14, 16).

Nos hemos reservado Hechos 2:40 y Filipenses 2:12 para el final – Algunas personas adoctrinadas con los conceptos calvinistas de la salvación están conmocionadas con este último punto. Ellos han llegado a pensar que no hay absolutamente nada que hacer para participar de la propia salvación.

Hechos 2:40 (“Sed salvos de esta perversa generación”) y Filipenses 2:12 (“ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”) afirman claramente que somos responsables de nuestra propia salvación. Entonces, hay un sentido en que el hombre se salva y es por la obediencia a instrucciones divinas dadas a nosotros por la palabra de vida (Fil. 2:16).

La salvación es imposible sin la obediencia a las instrucciones de Dios reveladas a través de su santo Hijo Jesucristo.

Conclusión

Nadie será salvo “solamente por la fe” como afirman varios líderes religiosos ciegos. Somos salvos por lo que Dios dice que somos salvos. Al colocar la palabra “solamente” a cualquiera de los elementos a los que la Biblia le atribuye la salvación se dejan todos los demás elementos excluidos. La fe “sola” excluye el arrepentimiento, la confesión, el bautismo, la fidelidad, la esperanza, el amor, y todo lo que hemos discutido en este artículo.

Como dice Deuteronomio 12:32 “Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás”.

Nota: Varios puntos de este artículo fueron tomados de la obra “The Different Things To Which Salvation Is Attributed In The Bible” de mi hermano en la fe Tim Haile.


Josué Hernández A.
La Serena. Chile.